Siento no entender, aún, las causas de tu marcha. Siento no entender ni aceptar que ya no estás aquí conmigo, con los tuyos. Todo era fántastico, maravilloso, y de pronto tu vida se escapada entre mis manos, sin poder hacer nada, sin poder siquiera decirte cuanto me dolía lo que tú sentías en ese momento. Solo pude estar a tu lado, tenerte en mis brazos e intentar mantener la compostura mientras me mirabas y te despedías de mi, de tu compañera, de tu amor, de tus hijas.
En algun momento las llegué a odiar por haberte arrebatado la vida, mi niña, pero pronto comprendí que tu deseabas más irte al cieloantes de que ellas lo hicieran, Fuiste siempre una maniosa pero sin embargo especial en todos los sentidos. Llegastes tras esperarte por años, llegastes con mi mayor ilusión esperándote, con mi cariño y mi amor incondicionalmente volcados en ti.
Es tan duro, perder un sueño, perder un ser amado, recordar todas las cosas bonitas y sentir que aun quedaba mucho por hacer juntas. Nadie, nunca, entiende ni cuanto dura este dolor ni su propia existencia tan árdua. Pasan los días, pasan las semanas, los meses, y seguro que pasarán años... y seguirá doliendo como el primer día de tu falta. Se me colapsan las palabras en mi cabeza, me quema el dolor de no tenerte, me siento que falta una parte de mi cuando me levanto y veo que no estás ahí. Me debato entre mis ideales y mis sentimientos.
A través de mi ventana, casi a cada minuto, miro donde estás enterrada. Todos los días te pongo flores y anhelo que estés bien allá dónde estés. Te prometí que daría lo mejor de mi para cuidar a tus niñas, y creo que así lo estoy haciendo, pero es duro quererlas y no hacerlo al mismo tiempo por ser las causantes de todo. Cada vez que pienso en ti, mi alma se rompe, mi corazón se despedaza.
Siento no haber escrito esto antes, siento no haberme despedido de ti mejor, siento no ser mejor mami.
JAMÁS TE OLVIDARÉ. Te quiero Anya.
Lo siento mucho Jessi.
ResponderEliminarMucha Fuerza.
Saludos Chinchilas Da Casa.